El sábado empezó con un fantástico desayuno en Grazalema, para seguir con encadenes para todos los gustos en la excepcional roca del corral, cayó hasta un 7b+. Luego unas cervecitas en la plaza a media tarde, continuamos con una copiosa cena en el pueblo y después...
Pues despues...
Un percance con una uña del pie que casi se cae, un "agradable" encuentro con la guardia civil... En fín, un día para no olvidar.
Y el domingo, aprovechando que Sanguino estaba en La Muela, allí que nos fuimos a conocer esta nueva escuela. Y el sitio es, en dos palabras, y como diría Jesulín, "im - presionante".
Un desplome de 40 metros de altura y 100 metros de ancho donde lo más fácil es 6c+, a excepción de un quinto, con unas vías espectaculares.
En definitiva, un infinito nuevo mundo de posibilidades, donde este otoño pasaremos algún que otro fin de semana.
Encadenando la vía más dura del finde, 7b+.
Oceano de roca en La Muela.
Sanguino apretando en un 7c.
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