domingo, 8 de abril de 2012

1528 km.

Eso decía el TomTom cuando salimos de casa el sábado hacia Fontainebleau.

Y después de pasar una semana allí, si tuviera que resumirlo lo tengo claro.
Font es un sitio en el que todo el mundo, haga cuarto o octavo grado, se va a hinchar a escalar y se lo va a pasar pipa. Cientos y cientos de bloques en medio del bosque, pies de vía con ¡arena de playa!, roca compacta y adherente, un montón de gente de todo el mundo, un ambiente súper bueno y unos parajes espectaculares.

Además muchos de los bloques están clasificados por colores (azules, rojos, negros...) dependiendo de su dificultad. Lo único que tienes que hacer es saber que color te va mejor y... ¡a escalar hasta que no puedas más!.



Los bloques además de clasificados por colores están numerados para que sea más fácil identificarlos.


Si se te dan bien las superaciones tendrás mucho ganado.


Bego en una placa en la siempre ambientada "Place Morin".
Aquí están algunos de los bloques más famosos del bosque.


Lanzando en la clásica "Charcuterie", 7a.


Escalando el Elefante, uno de los bloques más populares.



Panorámica del mismo sector.
Si no fuera por el frío que hacía parecía que estábamos en la playa.


¡Valla sitio!.


Bego apretando el romo.


En "Septième Ciel", uno de los 6c más recomendados.
Justo a la izquierda, el primer 8a del bosque, ¡pa la próxima!, jeje.


¡Esto sí es un monodedo!.


¡Quién ha puesto ese árbol ahí!.


Clásico desplome en Franchard Isatis.


La famosa "Cul de Chien" 7a.



Si te olvidas el material en casa, no te preocupes.
En el aparcamiento puedes comprar lo que quieras.



Resumiendo, ¿merece la pena conducir 1528 km hasta Font?.
Sin ninguna duda, SI.

¡Volveremos!.